La suciedad ordinaria, el polvo, las huellas dactilares de los niños o las salpicaduras de líquidos - todo esto puede significar que nuestras pinturas no se verán tan hermosas como solían ser. Si queremos restaurarlas a su antigua gloria y esplendor, debemos cuidarlas adecuadamente. Sin embargo, debido a la delicadeza de las pinturas, cuidarlas no es tan simple. Por ello, a continuación trataremos de presentar consejos prácticos sobre cómo limpiar eficazmente las imágenes sin dañar su textura y pintura.
Actualmente, no solo nos encontramos con diversas técnicas de pintura que requieren el uso de diferentes pinturas, sino que también los propios cuadros están pintados sobre diferentes materiales. Por lo tanto, no es raro que cada tipo de pintura requiera cuidados diferentes. Los más populares son, además de los tradicionales cuadros sobre lienzo, también los hay sobre vidrio o acrílico. Mientras que en el primer caso la limpieza requiere el uso de medidas adecuadas para no dañar la textura del lienzo, a la hora de limpiar pinturas sobre vidrio y acrílico, suele ser suficiente con pasar un paño húmedo o, en el caso de suciedad más fuerte, utilizar detergentes delicados.
Como resultado, se deleitarán con la intensidad de su color anterior en solo unos momentos. Por eso los estampados en vidrio son especialmente recomendables para colgar en la cocina o el baño. Hoy en día, se utilizan técnicas tan duraderas para imprimir imágenes en vidrio que incluso se hacen tablas de cortar o paneles de pared con imágenes fotográficas. Esto demuestra la alta resistencia de dichas pinturas a cualquier daño o suciedad.
Las cosas se complican cuando vamos a limpiar el cuadro sobre el lienzo. Los lienzos suelen estar hechos de tejidos naturales (por ejemplo, el lienzo es 100% algodón), lo que hace que no sea aconsejable un contacto excesivo con el agua. En este caso, es muy fácil dañarlo de forma permanente, por lo que conviene limpiarlo con cuidado. Por supuesto, vale la pena comenzar limpiando el marco del polvo; un simple paño húmedo será suficiente.
Luego puedes usar aire comprimido en aerosol para desempolvar el lienzo,el aire comprimido debes mantener un poco alejado, acercándolo gradualmente. También puede aplicar suavemente un paño ligeramente húmedo sobre el lienzo, pero trate de evitar frotar al mismo tiempo. Si quieres asegurar colores originales saturados, evita colgar lienzos en lugares excesivamente soleados. Incluso los mejores y más resistentes materiales no evitarán que la imagen se desvanezca después de muchos años de exposición a la luz solar.
En el caso de limpiar pinturas al óleo sobre lienzo, se dice que los remedios caseros suelen ayudar. Debido a la fórmula compacta y suave de las pinturas al óleo, puede usar una decocción de papas, remojadas en agua durante doce horas, o aceite de linaza o leche caliente. Basta con aplicar una pequeña cantidad de los líquidos mencionados sobre un paño de algodón y limpiar el lienzo con mucha suavidad. Sin embargo, al comprar una pintura, también vale la pena prestar atención a si ha sido barnizada. Esta capa superior la protege de la suciedad, alargando su vida en perfecto estado y permitiendo una limpieza más eficaz.
En el caso de cuadros pintados con acrílicos, se puede intentar limpiar con mucho cuidado la superficie del cuadro con una bola de pan blanco batido o con una goma de borrar, utilizada en el arte. De esta manera, puede limpiar toda la imagen o solo las áreas sucias. Gracias a esto, nuestra imagen iluminará algunos tonos.
Por supuesto, en las tiendas de arte también encontrarás preparaciones especializadas para limpiar cuadros antiguos. Suelen tener la consistencia de una emulsión natural, parecida a la resina o al aceite, y también contienen amoniaco. Para limpiar la imagen con tales agentes, use un hisopo de algodón higiénico. Sin embargo, recuerde leer atentamente las instrucciones de uso previstas del producto. Gracias a ellos, podrás dar una nueva vida a tus cuadros. Además, la limpieza periódica de las pinturas evitará que se ensucien más, lo que facilitará su limpieza sin dañar la pintura.
Cualquiera que sea la técnica que elijas, recuerda tener cuidado cada vez que limpies la pintura. Esta actividad requiere extrema precisión y paciencia; es mejor evitar las prisas. Lo mejor es comenzar a limpiar en los bordes o en una pieza lateral de lino donde los bordes también están pintados. De esta forma probarás tu técnica, evitando daños no deseados en el anverso del cuadro.
Si en el proceso nota que la pintura comienza a desgastarse o los colores se vuelven excesivamente pálidos, ¡deja de limpiar inmediatamente! Recuerda que incluso la pintura más hermosa pierde su encanto cuando se vuelve gris y pálida. Sin embargo, siguiendo nuestras recomendaciones, logrará restaurarlos a su antigua gloria: ¡garantizamos que son efectivos y probados!
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